Un gato se acercó a una familia y les suplicó que no podían rechazarlo después de sus días como un callejero olvidado.
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Pan de jengibreClub de gatos callejeros
Un equipo de voluntarios del Stray Cat Club trabajó incansablemente para rescatar una colonia de gatos abandonados, sacándolos de las calles y llevándolos a hogares de acogida.
Entre ellos, un gato llamado Gingerbread se mantuvo al fondo, manteniendo la distancia, pero sus ojos delataban un deseo de cariño. “Venía de un sitio de viajeros abandonado que se había movido y abandonado a todos los gatos”, compartió Stray Cat Club con Love Meow.
Uno tras otro, Gingerbread observó cómo los rescatistas recogían a otros gatos “olvidados”. Reunió el coraje para salir de las sombras y buscar afecto.
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Provenía de una colonia de gatos abandonadosStray Cat Club
Cuando todos los demás gatos estuvieron en hogares de acogida, él era el último callejero que aún quedaba por ser rescatado. Con el clima cada vez más frío, un voluntario aprovechó la oportunidad para acogerlo.
Para entonces, Gingerbread estaba áspero y mostraba signos de un resfriado de gatito. Desconcertado por el drástico cambio de la calle a una casa, se escondió debajo de la cama durante los primeros días, tratando de permanecer fuera de la vista.
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Gingerbread salió de su escondite en su casa de acogidaStray Cat Club
Su familia adoptiva le ofreció un espacio relajante, su gentil presencia y todo el tiempo que necesitaba para que su guardia disminuyera.
Al cuarto día, rompió su timidez y salió a explorar su entorno. Unos cuantos rasguños en las orejas lo tranquilizaron, encendieron su motor de ronroneo y le aseguraron que estaba a salvo.
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En el momento en que se dio cuenta de que estaba a salvoStray Cat Club
Mientras Gingerbread amasaba suavemente las piernas de su cuidadora, su amor se desplegaba como una hermosa flor. “Salió de su caparazón para ser el gato más adorable. Tiene el ronroneo más fuerte”.
Su familia de acogida planeaba seguir socializándolo, criarlo hasta que estuviera en plena forma y, finalmente, encontrarle un hogar amoroso. Pero Gingerbread tenía otras ideas en mente.
dulce gato acurrucado
Club de gatos callejeros
Durante los días siguientes, Gingerbread descubrió la diversión de los juguetes, el placer de caminar sobre suaves alfombras y la comodidad de dormir en un regazo cálido.
Comenzó a pasar mucho tiempo acurrucándose con su cuidador adoptivo para nutrirse de amor.
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Empezó a jugar con juguetes y disfrutó de la suave alfombraStray Cat Club.
Cuando Gingerbread debía someterse a un procedimiento dental, le extrajeron casi todos los dientes, pero regresó a casa sintiéndose mucho mejor.
“La vida de un callejero significaba una dieta inconsistente; A veces había comida, otras veces no. Aunque no sabemos lo que ha vivido y visto, sus dientes hablan mucho de su pasado ya que estaban todos agrietados y dañados”.
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Le encantaba abrazar a su cuidador adoptivo más que nada en el mundoStray Cat Club
Puede que Gingerbread esté casi desdentado ahora, pero ha ganado un impulso en su paso, un entusiasmo por la vida, ya que ya no vive con dolor ni lucha por comer.
Le gusta apoyar su pata sobre su gente o rodearlos cuando descansan en el sofá.
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Tomó de la mano a su gente mientras dormía la siestaStray Cat Club
Él es lo primero con lo que se despiertan por la mañana, el compañero constante que los acurruca durante el día y la máquina de ronroneos que los hace dormir por la noche.
Desde el momento en que Gingerbread salió de su caparazón, supo que estaba justo donde debía estar.
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Sabía que estaba donde debía estar. Stray Cat Club
Se convirtió en su sombra siempre presente y se abrió camino profundamente en sus corazones.
“Estamos felices de decir que ha sido adoptado por su adoptante, quien no puede soportar separarse de él”, compartió el rescate.
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Gingerbread ha encontrado su hogar definitivo con su familia adoptivaStray Cat Club
“Este encantador niño seguirá sin querer nada y tendrá la mejor vida”.
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