Un gato pasó tres años buscando el hogar perfecto y un gatito para ser su amigo de toda la vida.
pajarita elegante para gatos
bennetnadija
Hace unos tres años, Bennett era un pequeño gatito en un refugio del condado, el único de su camada que necesitaba un hogar.
Era el más pequeño y pesaba menos de dos libras. Se mostró cauteloso y mantuvo la guardia alta desde el principio. Nadija, voluntaria de AnimalLuvr’s Dream Rescue, lo acogió y comenzó a trabajar para socializarlo.
“Este hombrecito no era mi mayor admirador, a pesar de lo mucho que intenté ganármelo”, compartió Nadija.
linda manta de gatito
Baby BennettNadija
Cuando Bennett estaba con otros gatitos, parecía más tranquilo y curioso. Ver a otros adoptivos jugar e interactuar con la gente lo motivó a probar nuevas aventuras. Poco a poco, se recuperó.
“Era un tipo tan dulce, curioso y juguetón que amaba a todos sus amigos gatitos, incluso al gato gruñón Marbles”.
gatitos acurrucados amigos
Baby Bennett y su amiga adoptiva Nadija
“Después de tenerme tanto miedo durante tanto tiempo, Bennett y yo nos hicimos buenos amigos. Le encantaba pasar el rato conmigo mientras limpiaba la habitación de acogida y me seguía por todas partes”.
Bennett se convirtió en un apuesto gato joven con un pelaje suave y elegante, que ya no era el enano que alguna vez fue. Unos meses más tarde, fue a su nuevo hogar, pensando que sería suyo para siempre.
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Nadija
En julio del año pasado, Bennett, que ya era un adulto, volvió al rescate debido a una situación desafortunada (sin culpa suya ni de sus adoptantes).
Estaba perdido y confundido cuando regresó al hogar de acogida y no quería estar cerca de nadie. Nadija le dio el tiempo y el espacio que necesitaba para relajarse.
gato sentado en transportador
Bennett volvió al rescate en julio del año pasadoNadija
Dos días después, la actitud de Bennett empezó a cambiar. “Me permitió limpiar su habitación sin silbar y darle comida y agua fresca. Incluso disfrutó de algunas delicias y en general parecía más relajado”.
Cuando se inclinó para rascarse la barbilla y le ofreció besos de papel de lija, volvió a ser el mismo alegre y acurrucado que era.
linda lengua de gato
Poco a poco, salió de su caparazónNadija
Bennett estaba dispuesto a encontrar un lugar propio, pero no sin un amigo. Rápidamente se convirtió en el hermano mayor de otros adoptivos, les limpiaba la cara y los colmaba de mimos. Los gatitos lo tranquilizaron y lo hicieron sentir amado.
Por esa época, Nadija se enfrentó a un trío de esmoquin encontrados en un contenedor de basura. La pequeña de la camada, Rose, tenía un ojo infectado y era significativamente más pequeña que sus compañeros de camada.
gatito de esmoquin dulce
rosanadija
Con un tratamiento adecuado y una buena nutrición, su vista mejoró y sus niveles de energía se dispararon. “Ella siempre estaba ronroneando y quería estar en mi regazo y poder defenderse de sus hermanas mayores”.
Cuando Bennett conoció al trío, Rose se acercó saltando a él como si supiera que necesitaba un amigo. “Pasó mucho tiempo durmiendo la siesta con Bennett. Es juguetona pero no tan loca como sus hermanas y le encanta acurrucarse”.
trío de gatitos de esmoquin
Rose y sus hermanas fueron encontradas en un contenedor de basuraNadija
Aproximadamente seis meses después de su regreso, una familia maravillosa se enteró de su historia.
Se enamoraron perdidamente de Bennett y decidieron abrirle su casa a él y a otro gato para que fuera su amigo de toda la vida. “Aunque estaban felices de aceptar cualquier gatito que Bennett quisiera, todos sentimos que Rose encajaba perfectamente”.
gatitos de esmoquin se acurrucan
Prosperaron en hogares de acogidaNadija
La pareja se unió a su familia hace dos semanas y las hermanas de Rose también fueron adoptadas juntas.
Rose se instaló rápidamente, retozando por el lugar y exigiendo abrazos, mientras Bennett se refugiaba tranquilamente en una pequeña casa para gatos. “Rose lo revisó y le aseguró que era seguro salir”.
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Bennett y Rose se hicieron mejores amigos y encontraron juntos su hogar para siempreTiny Paws Fosters
Bennett y Rose (ahora Dax) disfrutan recostados en el sofá, abrazándose y llenando el espacio con sus ronroneos armonizados.
Ambos eran los más pequeños de su camada y ambos necesitaron cariño extra cuando fueron rescatados.
