Dos gatitos unidos saltaron a cualquier regazo vacío que pudieron encontrar una vez dentro después de ser encontrados en una caja afuera.
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Se encontraron dos gatitos grises en una caja afuera cuando tenían algunas semanas de edad. La madre gata no estaba a la vista y los gatitos necesitaban desesperadamente intervención.
Tails High, un rescate totalmente voluntario, los acogió. Después de 2 o 3 semanas de cuidado, sus barrigas se redondearon y sus niveles de energía mejoraron.
Los gatitos, llamados Mike e Ike (ya que al principio se pensaba que eran niños), saltaron de su transportador cuando aterrizaron en un nuevo hogar de acogida para socializar. En poco tiempo, empezaron a buscar regazos vacíos para sentarse.
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Mike e IkeAsa
“Una vuelta nunca permanece vacía por mucho tiempo cuando estás cerca de Mike e Ike. Han sido muy amables desde el primer día que llegaron. Son los gatitos más dulces y absolutamente intrépidos”, compartió Asa, su madre adoptiva, con Love Meow.
Los perros residentes de Asa, amantes de los gatitos, escucharon el sonido de los recién llegados y menearon la cola, emocionados de saludarlos.
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Los gatitos inmediatamente gravitaron hacia el perro residenteAsa.
Por lo general, los gatitos nuevos silban o se muestran distantes cuando conocen a los perros por primera vez, pero no Mike e Ike. “Estos dos corrieron hacia mis cuatro hijos peludos (tanto gatos como perros) de inmediato”.
“Incluso corrieron hacia el vacío, algo que nunca he visto hacer a un animal. Fue divertido ver a estos pequeños gatitos de 1,5 libras corriendo hacia una gran aspiradora”.
juguetones gatitos grises atigrados
Como un
Un día, mientras visitaba al veterinario, Asa descubrió que los gatitos eran niñas, pero sus nombres se quedaron.
Si no estaban en un regazo, estaban acurrucados entre sí sobre su manta favorita o encima del perro residente, Kona. Ike disfrutó haciéndole galletas a Mike hasta que se quedaron dormidos formando un montón.
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Ike amasó en MikeAsa
“Mike ha sido el más ‘necesitado’; tuvo muchos problemas para ganar peso y tuvimos algunos momentos de miedo”.
Durante una semana, Mike no pudo retener la comida y perdió mucho peso. “Pensé que no iba a sobrevivir y lloré preventivamente pensando en perderla”.
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MikeAsa
Más tarde, Asa notó que algo andaba mal en la respiración y la deglución de Mike durante la hora de comer. “Intenté mantener su cabeza erguida para ver si ayudaba. Funcionó a las mil maravillas. Ahora, cada vez que come, le hago un purrito en posición vertical hasta que termina de digerir”.
Mientras Mike se recuperaba con su hermana, Kona le ofreció un poco de amor maternal. Los gatitos gravitaron hacia ella y se acurrucaron encima de ella para consolarla.
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Como un
Desde entonces, Mike ha estado comiendo como un campeón y ganando tanto peso que ha alcanzado a Ike.
“Pasan la mayor parte del día corriendo y jugando juntos, arrastrándose sobre mí o durmiendo una siesta en mi regazo mientras trabajo”.
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Se subieron al regazo de Asa cuando ella trabajabaAsa
Cuando eran pequeños, Kona se unía a ellos en un ronroneo en el regazo de Asa. Ahora que los gatitos son más grandes, duermen durante el día con su madre adoptiva y exigen que los cargue uno al lado del otro.
Trabajar desde casa se ha convertido en una experiencia completa para acurrucarse con los gatitos.
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Como un
“¿Cómo puedo hacer algo? Me hago la misma pregunta todos los días”.
“Estos dos eran idénticos cuando eran pequeños, pero se ven cada vez más diferentes a medida que crecen. Siempre es agridulce ver crecer a los hogares de acogida porque significa que estamos mucho más cerca de que estén listos para la adopción”.
abrazos de gatitos acurrucados
Ike se ha unido oficialmente al club de las 3 libras y su hermana, Mike, no se queda atrás. Están prosperando, creciendo y acaparando el regazo de su madre adoptiva día y noche.
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