Soy el corazón del estado de Florida. Lucie Gegiop, un grupo de oficiales de policía observadores de la oficina del sheriff local, presentó a sus héroes como una rescate inesperado. Después de finalizar una llamada, un gemido débil y casi audible atrae su atención. Fue una llamada de angustia de un niño diferente, emanando de un drenaje séptico claro.
En medio de las aguas turbias, encontraron un pequeño cachorro que luchaba valientemente contra las probabilidades, al borde del ahogamiento. Esta pequeña alma no tenía un lugar al que llamar hogar, y su difícil situación conmovió a las autoridades. La oficina abierta, James Gettiпgs, se sintió en condiciones de realizar una coppeción. Parecía que el destino había orquestado esta reunión.
La salida de los oficiales del sitio fue detenida por los gritos desesperados d el cachorro desde un lote abandonado. Si bien muchos podrían haber pasado por alto una petición de ayuda tan sutil, estas oficinas eran diferentes.
Al descubrir al cachorro en el drenaje séptico, Gettipgs vio el miedo y el cansancio en los ojos del animal. El cachorro estaba al límite, pero llegó la ayuda oportuna. Después de varios baños para limpiarlo y consolarlo, los oficiales intentaron reunirlo con su familia. Sin embargo, quedó claro que estaba aislado del mundo.
Gettipgs, creyendo la seguridad de su pareja, decidió adoptar al cachorro, dándole un hogar amoroso y un nombre apropiado: Puddle. Ahora, Puddle vive una vida llena de consuelo y amor, un gran contraste con su angustioso comienzo en la vida.
Esta conmovedora historia no sólo resalta los corazones compasivos de estos funcionarios, sino que también sirve como un ejemplo de las formas inesperadas en las que se vive perfectamente, lo que lleva a nuevos comienzos. El viaje de Puddle desde un peligroso descenso hasta un hogar cálido es un testimonio de los misteriosos trabajos del destino.