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A pesar de sus discapacidades, Echo se convirtió en la perra más dulce y afectuosa. Sin embargo, fue cuando Marion quedó embarazada que vio un cambio notable en el comportamiento de Echo. ¡Echo siempre se quedaba cerca de Marion e insistía en acurrucarse en la panza del bebé como si supiera que su “humano favorito” estaba dentro!
Una vez que nació la bebé Jennie, Echo ha sido nada menos que una cariñosa hermana mayor para ella. Ella cuida religiosamente a su pequeña humana y nunca la deja sola ni por un segundo. ¡La pareja come, juega y toma una siesta juntos, y también han comenzado a salir a caminar juntos! Marion cree que Jennie y Echo “hablan” usando su propio lenguaje secreto, ¡algo que trasciende cualquier forma humana de comunicación!
En este video, nos quedamos boquiabiertos al ver el sólido vínculo de Jennie, de 17 meses, con su hermana perrita. La pequeña parece súper cómoda mientras lleva con confianza a Echo a pasear por el vecindario, mientras que el perro grande protege con orgullo a Jennie de todo daño. ¡Esta hermosa historia ciertamente demuestra que los perros discapacitados aman mucho a sus humanos y merecen una oportunidad justa en la vida!
Haga clic en el vídeo a continuación para ver la relación pura y amorosa de Echo, sordo-ciega, con la pequeña Jennie.
